Según la Agencia Nacional de Telecomunicaciones se abrió la sesión para la subasta de cuatro frecuencias de 5G.
La primera banda que se subasta es la de 700 megahercios (MHz), presupuestada en dos mil 300 millones de reales (un poco más de 411 millones de dólares).
De ese total, dos mil 100 millones de reales (375 millones de dólares) deberán ser invertidos por los ganadores en deberes previstos en la convocatoria pública y la diferencia será recaudada para las arcas del gobierno.
En este caso, las obligaciones son llevar Internet a unos 31 mil kilómetros de carreteras federales y el 4G a ciudades sin acceso a la tecnología.
Tal franja es compatible con el 5G, pero se destinará, principalmente, a la expansión del 4G, para dar servicio a las ciudades que aún no están cubiertas.
Se trata de un segmento de amplio alcance, que puede cubrir zonas de gran cobertura geográfica. Es atractiva para el sector agroindustrial.
Por ser una parte de baja frecuencia, el alcance es grande, pero la velocidad de transmisión de datos es menor si se compara con otras a pujar.
La banda salió a subasta en 2014, precisamente para ofrecer 4G, pero sobraron muchos lotes, pues era todavía una tecnología incipiente en el país y había pocos competidores pequeños interesados.
Para estimular la competencia, los grandes operadores que tienen una licencia para la frecuencia no pueden pujar, a menos que sea necesaria una tercera ronda, según las normas de la convocatoria pública.
Estas bandas funcionan como avenidas en el aire para la transmisión de datos.
Será a través de ellas que se prestará el servicio de Internet. El periodo de concesión -el derecho a explorarlas- será de hasta 20 años.
Cada una de estas franjas se dividió en bloques nacionales y regionales. Las empresas interesadas harán sus ofertas. Por lo tanto, cada banda de frecuencias puede tener más de una compañía ganadora, con actuaciones geográficas coincidentes o distintas.
El Gobierno estima que la licitación de la 5G, una de las primeras en Latinoamérica, debería alcanzar unos 50 mil millones de reales (alrededor de nueve mil millones de dólares) entre inversiones en infraestructura y concesiones.
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