La calificadora rectifica así sus apreciaciones de hace un mes cuando consideraba que además del rebote por la recesión de 2020, el impulso económico vendría por las exportaciones a Estados Unidos las cuales se aprecian ahora más bajas.
Para el próximo año Moody’s mantiene la perspectiva en 3,0 por ciento y en adelante prevé que crezca ligeramente por debajo de 2,0, aunque no detalla el porqué de los cambios en su estimados para la actividad económica de México. Entre las economías emergentes solo reporta bajas para China y México, al tiempo que prevé la inflación en el país cierre este año en 6,2 por ciento, pase después a 3,7 y para el cierre de 2023 se ubique en 3,2 puntos porcentuales.
En el reporte sobre perspectivas globales, la calificadora indica que los efectos de la pandemia de Covid-19, entre ellos los desequilibrios en la cadena de abastecimiento y falta de mano de obra, comenzarán a disiparse el próximo año, lo cual permitirá que la economía global entre en una etapa de crecimiento estable para 2023.
Moody’s consignó que para 2022 espera un crecimiento 4,4 por ciento para las economías del G20 -que suponen 85 por ciento de la actividad económica mundial- y de 3,2 en 2023.
Mientras, el desequilibrio actual entre oferta y demanda, así como la persistente falta de mano de obra en el mercado, deben mejorar en los próximos trimestres y permitir que se moderen las presiones inflacionarias por el lado de la oferta.
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