Moro pidió al ministro Alexandre de Moraes, relator de la investigación en el tribunal superior, solicitar la opinión de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la audiencia.
La declaración al exmilitar fue tomada el 3 de noviembre en Brasilia, pero los abogados de Moro y los miembros de la PGR no acompañaron la cita que tuvo lugar por la noche en el Palacio de Planalto, sede del Poder Ejecutivo.
Este es el principal cuestionamiento de Moro. La defensa del exjuez comentó que faltó igualdad ante la ley en el trato dado al jefe de Estado.
«Los firmantes del presente esperaban ser informados de la fecha de la audiencia del segundo investigado -y así lo hizo la propia PGR- manteniendo el mismo procedimiento adoptado cuando el testimonio dado por el exministro Sergio Fernando Moro, en honor a la isonomía procesal», alegaron los juristas ante el Supremo Tribunal Federal (STF).
Sin embargo, recalcaron que la declaración de Bolsonaro «fue tomada en una audiencia privada, presidida por la autoridad policial en horario nocturno, sin la participación de esta defensa y del fiscal general de la República».
El 12 de octubre De Moraes prorrogó por otros 90 días la indagación sobre este expediente.
La investigación se abrió en abril de 2020 después que Moro dejó el cargo y acusó al mandatario de intentar interferir políticamente en la autonomía de la PF, al solicitar informes de inteligencia y canjes en el mando de la corporación.
De acuerdo con el exmagistrado, Bolsonaro procuró obstaculizar indagaciones policiales al exigir el cambio del jefe del cuerpo del orden de Río de Janeiro y destituir al entonces director general Maurício Valeixo.
Tales presiones del presidente, según la denuncia, fueron para proteger a dos de sus hijos, el senador Flavio y el concejal Carlos Bolsonaro, investigados por ese organismo ante presuntos actos de corrupción.
El excapitán del Ejército niega haber pretendido obstruir el trabajo policial y alega que solo intentó intercambiar personas «de nuestra seguridad en Río de Janeiro y oficialmente no lo logré».
Admitió que pidió cambios, pero que Moro habría condicionado los reemplazos a una vacante en el STF.
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