El mandatario mexicano inauguró con esa propuesta la primera sesión del Consejo de Seguridad de Naciones bajo su presidencia rotativa que se extenderá hasta finales de este mes.
López Obrador cuestionó que la ONU nunca hubiera hecho algo sustancial en beneficio de los pobres pero aseguró que nunca es tarde para hacer justicia, y anunció que la representación de México propondrá a la Asamblea General un Plan Mundial de Paz, Bienestar y Fraternidad para garantizar el derecho a la vida de millones de personas.
Al adelantar algunos detalles generales del proyecto planteó crear un fondo multimillonario proveniente de tres fuentes fundamentales: un cobro o contribución porcentual de las mil principales fortunas personales, otra similar de las mil corporaciones más importantes.
También se incluiría una cooperación del 0,2 por ciento del PIB de cada uno de los países integrantes del Grupo de los 20 (G20).
Dijo que el fondo podría disponer de un billón de dólares y que la ONU podría dedicar un un día para otorgar certificados de solidaridad a quienes destaquen por su vocación humanitaria y ayuden a financiar ese plan.
Consideró que esos recursos deben llegar a los beneficiarios de manera directa, sin intermediarios, para que no se queden en el camino.
Pudiera crearse una suerte de monedero que los organismos financieros internacionales podrían elaborar y proponer para evitar desviaciones o malos manejos.
Una vez definidos los países y poblaciones beneficiarios, comenzaría la distribución de acuerdo con la estructura que se apruebe y aplicar esos fondos a programas de desarrollo y bienestar, creación de fuentes de trabajo y obtención de vacunas y medicamentos gratuitos.
No creo, dijo, que nadie se oponga a nuestra propuesta pues no se refiere a armas ni a guerras, mucho menos a amenazas a nadie, sino a la paz, el bienestar y la seguridad para todos, y sobre todo a los que más necesitan nuestro apoyo.
Estoy seguro que todos vamos a estar más tranquilos con nuestra conciencia y con más grandeza moral, concluyó.
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