Los fondos Internacional de Desarrollo Agrícola de la ONU (FIDA) y Verde para el Clima (GCF) presentaron la propuesta en la Conferencia sobre el Cambio Climático (COP26), la cual garantizará rehabilitar las tierras degradadas y proporcionará sistemas de información climática y seguros agrícolas.
El Programa Africano de Gestión Integrada del Riesgo Climático operará en siete países: Burkina Faso, Chad, Gambia, Malí, Mauritania, Níger y Senegal y es parte de la iniciativa de la Gran Muralla Verde liderada por África, que tiene como objetivo reponer los paisajes degradados en el Sahel.
Con apoyo financiero, infraestructura y acceso a la tecnología, podemos ayudar a crear una nueva generación de agricultores y comunidades rurales resilientes al clima en el Sahel, afirmó el presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo.
En opinión del director ejecutivo del Fondo Verde para el Clima, Yannick Glemarec, dicha inversión ayudará a que las comunidades tengan su propio futuro en calentamiento, accedan a seguros agrícolas y fortalezcan los servicios de información meteorológica climática.
El Sahel es una de las regiones más pobres y vulnerables a los impactos del cambio climático, donde se espera que las temperaturas aumenten 1,5 veces más rápido que en el resto del mundo.
Las investigaciones muestran que una mayor frecuencia de fenómenos meteorológicos extremos, como sequías e inundaciones, puede provocar una disminución de la producción de hasta un 30 por ciento, y el aumento de la humedad más enfermedades que afecten a los cultivos y al ganado.
El programa ha recibido una donación de 82,8 millones de dólares del Fondo Verde para el Clima y 60,4 millones de cofinanciamiento del FIDA y el Banco Africano de Desarrollo.
Se espera que alrededor de 5,4 millones de pequeños agricultores y habitantes de zonas rurales de los siete países africanos se adapten mejor al cambio climático y aumenten su resistencia a los fenómenos naturales.
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