Originados en forma de material de hospitales, elementos de protección —como mascarillas, guantes y protectores faciales— y compras realizadas por Internet, ese material terminó en el mar y acabará llegando a las playas y zonas costeras dentro de algunos años, indica la investigación.
Los especialistas de la Universidad Nanjing en China y del Instituto Scripps de Oceanografía de Estados Unidos, a cargo del proyecto, recalcaron que esa situación «plantea un problema duradero para el medioambiente oceánico».
Ante ese escenario, los expertos instan a realizar un «mejor manejo de los residuos médicos en los epicentros de la pandemia, especialmente en los países desarrollados».
Según sus cálculos, en 2020 cerca de mil 560 millones de mascarillas acabaron en los mares, lo que también aumentó las amenazas para los animales, que se comen el plástico o quedan atrapados en él.
Otro elemento que generó un exceso de plástico es el incremento «a una velocidad sin precedentes» de las ventas por Internet, debido a los embalajes de los productos.
“Su mala gestión hizo que buena parte de ellos terminaran en los ríos que desembocan en el océano”, apuntaron.
Las estimaciones indican que para finales de agosto de este año, 193 países habían generado las más de ocho millones de toneladas de residuos plásticos relacionados con la pandemia y el 87,4 por ciento de ellos salió de los hospitales.
Los equipos de protección personal utilizados por la sociedad representaron el 7,6 por ciento del total y las compras por Internet produjeron el 4,7 por ciento.
Por su parte, los kits de testeo solo derivaron en un 0,3 por ciento de la totalidad de los residuos.
Los científicos detallaron que el continente que más desperdicios produjo fue Asia, con cerca del 46 por ciento del total, seguido de Europa (24) y del continente americano (22).
Proyectaron además, que para fines del presente año, el exceso de desperdicios de plástico será de 11 millones de toneladas, de las cuales 34 mil llegarán a los ríos para después caer en el océano.
En su investigación, los expertos tuvieron en cuenta una variedad de datos como estadísticas de población, producción de máscaras, casos de coronavirus SARS-CoV-2 reportados en el orbe, pruebas para diagnosticar la infección, las hospitalizaciones y los reportes financieros de compañías líderes de comercio electrónico.
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