Los ataques de esta agrupación inscrita en la lista del terrorismo internacional en la extensa zona desértica de al-Badieh coinciden siempre con oleadas de interferencia deliberadas por parte de los militares norteamericanos a las señales de telecomunicación del ejército sirio y sus aliados, denunciaron oficiales de mando citados por el portal Athr Press.
Los radicales, según agregan los oficiales, se benefician también de las informaciones de inteligencia proporcionadas en términos de revelar las rutas que utilizan los convoyes del ejército sirio y sus aliados.
Las células de Daesh se activan especialmente en las áreas al sur y este de las provincias de Deir Ezzor y Homs, puesto que las mismas están geográficamente conectadas con al-Tanef donde se protegen los extremistas tras perpetrar sus ataques, explicaron.
Y más, los elementos de Daesh residen en absoluta seguridad en una región que se supone ser escenario de operaciones antiterroristas del Pentágono y las agrupaciones armadas ilegales que apoya.
Se establecieron relaciones comerciales entre el Daesh y los cabecillas de grupos patrocinados por Washington, donde los radicales venden las municiones y el ganado saqueados de sus ataques contra el ejército sirio y comunidades civiles en el desierto, revelaron fuente al medio.
Detallaron que tras sus ataques contra los pastores y beduinos, el Daesh recurre a robar el ganado y transportarlo a la zona de Tanef, y luego se contrabandean en cooperación con los militares estadounidenses a los territorios jordano e iraquí.
Según analistas, el Daesh recurre, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca a base de claras instrucciones de inteligencia para desgastar las tropas sirias y sus aliados en al-Badieh.
Damasco y Moscú denunciaron en varias ocasiones que Estados Unidos entrena y traslada a terroristas para utilizarlos en ataques contra posiciones del Ejército y comunidades civiles en el desierto, con el fin de desestabilizar y prolongar la guerra en esta nación del Levante.
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