Según el presidente del parlamento, Gustavo Porras, la mencionada acción constituye un irrespeto a la soberanía, independencia y autodeterminación del pueblo de la nación centroamericana, emitida por un organismo calificado a nivel internacional como “una especie de ministro de colonia del imperio yanqui”.
El diputado instó al presidente Daniel Ortega y a las demás instituciones del estado a la emisión de una carta de denuncia contra la OEA, con el propósito de frenar y condenar la aprobación de un proyecto de resolución, durante la 51 asamblea de ese foro regional sobre la situación luego de los comicios.
El viernes último, en la clausura del encuentro virtual, el representante permanente alterno de Nicaragua, Michael Campbell, indicó que ese ataque contra una sociedad digna, libre y soberana quedará registrado en la historia como una de las peores afrentas a la democracia y los principios del Derecho Internacional.
El diplomático advirtió sobre las constantes intromisiones en los asuntos internos de los territorios miembros de la OEA y reparó en la voluntad de los gobiernos representados de suscribir dictámenes, sin valorar las realidades y violaciones presentes en naciones como Canadá, Colombia, Brasil y Estados Unidos.
En el caso específico de Washington, Campbell significó cómo el país norteño intervino militarmente en Nicaragua, derrocó gobiernos e impuso dirigentes, protegió a dictadores y terroristas y citó como ejemplos recientes el fallido golpe de estado en 2018 y la imposición de sanciones económicas unilaterales.
mem/dgh
