Mboso resultó electo este miércoles con 389 votos a favor, 71 en contra, 69 nulos y ocho abstenciones, luego de que su antecesora, Jeanine Mabunda, fuera depuesta el pasado 10 de diciembre, como parte del litigio entre los partidarios de presidente del país, Félix Tshisekedi, y del exmandatario Joseph Kabila.
El cese de Mabunda, una figura cercana a Kabila, partió de acusaciones por supuesta opacidad en la gestión económica y violaciones reiteradas de la Constitución de la República, así como a las reglas internas de funcionamiento del ente legislativo.
En su primer discurso ante la Asamblea Nacional, Mboso aseguró ayer que respaldará desde su nueva función a Tshisekedi, quien asumirá este fin de semana la presidencia rotativa de la Unión Africana (UA).
‘Como parte de nuestra diplomacia parlamentaria, no escatimaremos esfuerzos para apoyarlo y ayudarlo a tener éxito en su mandato al frente de nuestra organización continental’, señaló.
Según indicó, la aprobación por parte de los diputados del proyecto de ley que ratifica el acuerdo sobre el Área de Libre Comercio Continental Africana también es una prueba del compromiso de la Asamblea Nacional de apoyar al jefe de estado al frente de la UA.
Tras la elección de Mboso, la disputa por el poder parece centrarse ahora en la cámara alta, luego de que uno de sus integrantes presentara una petición para deponer al presidente del Senado, Alexis Thambwe Mwamba, también aliado de Kabila, debido a imputaciones por malversación de fondos.
Otro punto de conflicto gira en torno a la renuncia del primer ministro, Sylvestre Ilunga, quien presentó su dimisión como respuesta a la moción de censura aprobada por amplia mayoría el pasado 27 de enero en la Asamblea Nacional.
Ilunga ocupó el cargo en 2019 a partir de un acuerdo entre el Frente Común para Congo (FCC) de Kabila y la coalición Dirección para el Cambio (CACH) de Tshisekedi, pero en diciembre del año pasado el dignatario notificó la ruptura de la alianza debido, según alegó, al continuo boicot a su gestión de gobierno.
De acuerdo con Tshisekedi, en estos momentos dispone de una nueva mayoría parlamentaria en su favor, denominada la Unión Sagrada, a la cual se sumaron varias fuerzas políticas.
En opinión del analista político Trésor Kibangula, del Grupo de Investigaciones sobre el Congo, la llamada ‘unión sagrada de la nación’ es una coalición muy delicada, compuesta por actores con intereses divergentes, por tanto, ‘todo dependerá de la capacidad del presidente para imponer un ritmo de trabajo y las prioridades de las reformas’, estimó.
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