Firmada por su presidente, el exgeneral y exministro Matan Vilnai, el grupo Comandantes por la Seguridad de Israel publicó una carta abierta para defender la medida.
Recuerda que esa legación fue abierta en la ciudad santa en 1844 y desde entonces funcionó sin interrupción hasta 2019, cuando fue cerrada por el entonces presidente norteamericano, Donald Trump, como parte de su política de apoyo irrestricto al Estado judío.
La misiva subraya que ningún Ejecutivo israelí objetó esa misión desde 1967, cuando el país ocupó la parte oriental de la urbe, que la comunidad internacional considera parte del futuro Estado palestino.
El consulado no dividió Jerusalén, ni su cierre la unió, destacaron los exmilitares y exagentes de seguridad.
Señalaron que esa legación permitirá apuntalar a la Autoridad Nacional Palestina y reducir el conflicto.
El primer ministro ultranacionalista Naftali Bennett rechaza la reapertura del consulado, una posición respaldada por la ultraderecha opositora encabezada por Benjamín Netanyahu.
Para ese sector, la representación norteamericana menoscaba la soberanía israelí sobre toda la metrópoli, una visión rechazada por los palestinos y la mayor parte de los países.
Varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU exigen a Tel Aviv retirarse de la zona oriental de Jerusalén, considerada un área ocupada.
Sin embargo, Israel la considera su capital “eterna e indivisible”, según una ley muy criticada y no reconocida por la mayoría de los miembros de Naciones Unidas.
Los exmilitares advirtieron que la negativa de Bennett puede dañar los lazos con Washington.
El gobierno palestino reclamó días atrás a Estados Unidos adoptar una posición clara ante el rechazo israelí a detener la colonización judía en Cisjordania y a la reapertura del consulado.
Las declaraciones de Bennett ponen a prueba la credibilidad de la administración del presidente Joe Biden, afirmó un comunicado de la cancillería palestina.
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