Los mandatarios abordaron la situación actual en la frontera belarusa con los países de la Unión Europea (UE), intercambio en el que Putin llamó la atención, en particular, sobre el trato extremadamente duro a los refugiados por parte de los guardias fronterizos polacos, indicó el comunicado.
Según Moscú, Putin informó a Macron sobre sus contactos acerca del tema con el presidente belaruso, Alexandr Lukashenko, y subrayó la conveniencia de que la UE dialogue con Minsk sobre sus problemas bilaterales.
Ambas partes expresaron su descontento por la falta de progreso en la solución del conflicto interno en Ucrania, a la vez que trataron el empeoramiento de la situación en el territorio del Donbass.
El jefe de Estado ruso advirtió sobre el carácter provocador de los ejercicios a gran escala realizados por Estados Unidos y varios de sus aliados en el Mar Negro, lo que aumenta las tensiones en las relaciones entre su país y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).
En su opinión, Kiev continúa con su política destructiva destinada a romper los acuerdos de Minsk para la solución pacífica del conflicto en el este de Ucrania.
Subrayó que una prueba de ello fue el uso reciente de vehículos de ataque no tripulados por las fuerzas armadas ucranianas en el Donbass.
Los mandatarios conversaron también sobre la resolución de las diferencias en torno al asentamiento de Nagorni-Karabaj.
Sobre el tema, Putin explicó que Rusia continuará tomando medidas para ayudar a estabilizar la situación e implementar los acuerdos trilaterales alcanzados con Armenia y Azerbaiyán, por intermedio de Rusia.
Los presidentes destacaron la exitosa celebración de la Conferencia Internacional sobre Libia, realizada en París, y resaltaron la importancia de mantener una dinámica positiva en el proceso de arreglo político en ese país.
Además acordaron estrechar la cooperación en la celebración de las elecciones en esa nación norafricana, el cumplimiento de los resultados de los comicios y la retirada de los militares extranjeros.
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