Qomi, al frente de una delegación, llegó a Kabul el lunes y sostuvo conversaciones con varios funcionarios del Emirato Islámico, entre ellos el viceprimer ministro, Mullah Abdul Ghani Baradar, reflejó el canal de noticias TOLO news.
Muttaqi dijo que la delegación iraní estaba compuesta por equipos técnicos de diferentes ministerios que mantuvieron conversaciones con los homólogos afganos pertinentes.
Agregó que se discutirán temas relacionados con la cooperación económica, los asuntos fronterizos y los refugiados afganos en Irán.
«El pueblo afgano y el nuevo Gobierno de Afganistán quieren tener buenas relaciones con los países vecinos y el mundo, especialmente con la República Islámica de Irán», apuntó.
Por su parte, Qomi acotó que mantuvieron buenas conversaciones con funcionarios del Emirato Islámico, especialmente sobre la cooperación económica.
Qomi señaló además que Afganistán está bajo sanciones e Irán está tratando de ampliar su cooperación económica con Kabul en esta coyuntura crucial.
«Tuvimos conversaciones positivas y constructivas sobre diferentes temas, incluyendo la ampliación de la cooperación entre los dos países, principalmente en el sector económico y las cuestiones relacionadas con las fronteras», aseveró.
Añadió que algunos países están tratando de desestabilizar Afganistán a través de sus apoderados, por lo que Irán está trabajando para cooperar con este país también en el ámbito de la seguridad.
«Hoy en día, el pueblo afgano está bajo la presión de los grupos terroristas que reciben el apoyo de los extranjeros», resaltó.
Mientras, Muttaqi, expresó en una entrevista con la cadena pakistaní Geo News, que la enemistad entre los talibanes y Estados Unidos terminó y ahora Kabul quiere tener relaciones diplomáticas con Washington.
Muttaqi también alegó que Estados Unidos debe liberar los activos de Afganistán y la comunidad internacional reconocer al nuevo Gobierno talibán.
Afganistán está al borde de un colapso económico y con la financiación internacional agotada y además se tambalea bajo los efectos de una grave sequía.
Desde el ascenso al poder del movimiento Talibán, Afganistán está inmerso en una crisis humanitaria y necesita ayuda internacional urgente.
El grupo armado fundamentalista radical islámico conquistó Kabul en agosto pasado, mientras Estados Unidos y la OTAN sacaron sus tropas tras 20 años de ocupación y billones de dólares en gastos de guerra, además de miles de civiles muertos.
Actualmente, el país centroasiático está más pobre que hace dos décadas, con cinco millones de desplazados internos y casi 23 millones de habitantes amenazados por el hambre.
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