Por mayoría, el tribunal dio luz verde ayer al antejuicio que planteó el Ministerio Público por una denuncia de un agente de la Policía Nacional Civil, a quien supuestamente Dávila agredió en noviembre de 2020 durante una protesta.
La reacción en las redes sociales no se hizo esperar con mensajes de apoyo al congresista, muy crítico contra el Gobierno de Alejandro Giammattei y el llamado aquí Pacto de Corruptos del Congreso.
«Aldo Dávila sí es perseguido, igual que operadores de justicia, periodistas y activistas, mientras otros actores políticos, vinculados con el narcotráfico y demás mafias, andan tan tranquilos. IN-CRE-Í-BLE», tuiteó el usuario @dfernandezg.
Mientras, @estuardorojas escribió «sus detractores no se percatan que están cometiendo un error, el objetivo es amedrentarlo, callar su voz de denuncia. Saldrá fortalecido».
En su cuenta oficial, Dávila aseguró que el retiro de su inmunidad es «político, espurio e ilegítimo» y clara persecución del Ministerio Público.
Su voz volvió a sentirse en estos días en el Hemiciclo durante los debates del proyecto de presupuesto 2022, el cual, aseguró, responde a fines oscuros y perversos en la misma línea de la corrupción y la impunidad.
«Los impuestos de la población se siguen gastando en salarios, dietas, funcionamiento, mientras los niños siguen muriendo por desnutrición, no hay hospitales equipados, no hay educación ni carreteras y la pobreza extrema golpea a los guatemaltecos», expresó el pasado martes.
Dávila también ganó popularidad por sus transmisiones en vivo desde el Congreso, cuando en medio de debates polémicos tumban el audio de la señal televisiva y solo por sus directas se puede seguir lo que está sucediendo.
Para el legislador aún no termina el camino ante la justicia, pues tiene pendiente de resolver otros dos antejuicios, uno presentado por el ministro de Cultura y Deporte, Felipe Aguilar, por utilizar lenguaje inapropiado para referirse a su persona, y otro por un agente policial por supuesta agresión física y verbal.
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