Ante tal hecho, según el portal de noticias G1, sindicatos y ecologistas acusaron a la administración del presidente Jair Bolsonaro de haber omitido el informe anual del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (Inpe) durante la Cumbre del Clima (COP26), celebrada recientemente en Glasgow, Escocia.
Los dígitos proceden del informe anual del Proyecto de Seguimiento de la Deforestación en la Amazonia Legal por Satélite (Prodes), considerado el más preciso para medir las tasas anuales.
Resultan diferentes del Sistema de Detección de Deforestación en Tiempo Real (Deter), que muestra alertas mensuales e indicó una tendencia de aumento de la devastación.
En la edición anterior, la cifra fue de 10 mil 851 km² entre agosto de 2019 y julio de 2020. Un máximo del 22 por ciento entre los dos informes.
Ahora fue la mayor superficie desde 2006, cuando Prodes señaló 14 mil 286 km² deforestados.
La tasa más alta de la serie histórica se registró en 2004, cuando el sistema registró 27 mil km² de superficie deforestada.
Sin embargo, de 2009 a 2014, la devastación descendió de siete mil 400 a cinco mil km², su nivel más bajo.
G1 señala que la elevada tasa de deforestación choca con las promesas presentadas por la delegación brasileña en la COP26.
Según el Sindicato Nacional de Funcionarios Públicos Federales del Área de Ciencia y Tecnología del Sector Aeroespacial, en una nota publicada el miércoles alega que el Gobierno ocultó el informe durante la conferencia.
Para João Paulo Capobianco, excoordinador del Plan de Prevención y Control de la Deforestación en la Amazonia (2003-2008), «hay un doble escándalo a tener en cuenta. La primera es el hecho de que la nota publicada por el INPE es del 27 de octubre, es decir, anterior a la Conferencia sobre el Clima».
El también miembro de la Coalición Clima, Bosques y Agricultura de Brasil apuntó que «el Gobierno federal fue a Glasgow ya consciente de la tasa de deforestación, pero, aun así, no lo informó a las Naciones Unidas».
Con estos guarismos, la deforestación creció por tercer año seguido desde que Bolsonaro asumió el poder en enero de 2019 y por vez primera suma cuatro años consecutivos de escalada desde que comenzó a ser medida en 1988.
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