Este país considerado uno de los más pobres de África enfrenta a una insurgencia de distorsionado cariz confesional islámico (yihadista), que causó más de un millar de muertos y cientos de miles de desplazados.
‘Una unidad de Gaskinde (provincia de Soum) fue emboscada el sábado. Un (soldado) lamentablemente perdió la vida y otro resultó herido. Por nuestro lado, hubo otras cinco bajas, todas voluntarias’, declaró una fuente paramilitar.
Las bajas identificadas como civiles eran parte de Voluntarios por la Defensa de la Nación (VDP), una red que colabora con el Ejército en su enfrentamiento a los grupos extremistas que operan en el país.
‘El VDP de Kourao estaba patrullando el área y fue atacado por individuos armados. Una unidad acudió en su ayuda y fue objeto de fuertes disparos’, apuntó otra fuente y añadió que ‘el lado enemigo’ también sufrió bajas en ese intercambio, sin ofrecer más precisiones.
La insurgencia yihadista comenzó en la vecina Malí en 2012, como efecto aociado a la guerra desatada en 2011 contra Libia por países occidentales y aliados árabes en la cual asesinaron al líder Muamar Gadafi.
En el curso del conflicto en Burkima Faso seis personas murieron recientemente, entre ellas una mujer embarazada y una niña, por la explosión de una bomba colocada al borde de una carretera, también en el norte de este país.
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