Según el boletín especial más reciente del ente científico, el coloso podría continuar con este patrón de comportamiento en las próximas horas, acompañado de gruesas columnas de ceniza que se elevan hasta los tres mil 500 metros sobre el nivel del mar, expulsión de balísticos y lava.
La nota advierte sobre sonidos similares a una turbina de avión y retumbos audibles en comunidades cercanas al complejo volcánico.
Por esta razón, el sistema de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene vigilancia extrema sobre el sistema y recomendó a los pobladores estar muy atentos a las indicaciones de las autoridades por si fuera necesario evacuar de forma preventiva.
Asimismo, se mantienen las precauciones para el tráfico aéreo en la zona ante la presencia de material volcánico.
Vecinos entrevistados por Emisoras Unidas narraron cómo viven y duermen con un ‘enemigo’ que humea constantemente como un fumador compulsivo.
Las noches en los poblados El Rodeo y Patrocinio, cuentan, permanecen iluminadas por una especie de antorcha a dos mil 552 metros de altura.
Es la lava que expulsa el Pacaya y baja como un río ardiente por sus faldas, describieron.
Desde la pasada semana comenzó su fase eruptiva y una lluvia de cenizas cae con frecuencia, cubre las casas, calles y autos, en tanto las explosiones mantienen en vilo a los habitantes del municipio de San Vicente Pacaya, en el departamento de Escuintla.
Junto al Pacaya, en Guatemala también están activos los volcanes Santiaguito y de Fuego, el cual dejó una estela de luto a principios de junio de 2017 en su ‘despertar’ más reciente.
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