Los pronunciamientos reconocieron que la decisión de retiro de ese mecanismo no es únicamente una cuestión política, también constituye un deber jurídico avalado por la Carta Magna y significaron cómo la OEA resulta un instrumento neocolonial para los intentos de golpes de estado y la imposición de medidas unilaterales.
Los firmantes evocaron los años de gobierno del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), desde su llegada a la presidencia en 2007, caracterizados por el impulso de educación y salud gratuitas, universidades rurales y urbanas, soberanía alimentaria, participación y protagonismo de la mujer.
En los mensajes, los miembros de organizaciones sociales y religiosas recordaron los intentos de Estados Unidos por subvertir todos esos proyectos sociales, con la aplicación de sanciones como la Nica Act o la Ley Renacer o el financiamiento de acciones violentas.
Por su parte, la Red de Intelectuales, Artistas y Comunicadores solidarios con Nicaragua y el Frente Sandinista del Estado Español exhortaron a los países de la región de América Latina y el Caribe a seguir el ejemplo de Managua en la denuncia a la carta constitutiva de la OEA y el abandono del foro.
El grupo expresó que el propósito del organismo internacional no es la integración del área mediante la cooperación de las naciones, más bien apuesta por su consolidación como herramienta de dominio colonial de Washington, con los mismos principios refrendados en la Doctrina Monroe.
La agrupación afirmó que la OEA constituye un mecanismo nefasto utilizado para disciplinar mediante amenazas, chantajes, injerencias, coacciones y manipulaciones a los territorios protagonistas de su propio camino, defensores de la soberanía, libertad y autodeterminación.
jha/dgh