El cierre de escuelas, las limitaciones económicas y las muertes de los progenitores debido a la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2 aumentan el riesgo de matrimonio infantil para las más vulnerables, señala un reporte de esa entidad de ONU.
Incluso antes de la epidemia, precisa el informe, 100 millones de niñas ya se enfrentaban a ese flagelo en la próxima década, a pesar de que esta práctica había disminuido considerablemente en varios países durante los últimos años.
Pero esos progresos obtenidos recientemente se encuentran amenazados debido a la crisis sanitaria, subraya Unicef.
Esa agencia de ONU insiste ahora en la necesidad de mantener abiertas las escuelas, tomando en cuenta todas las medidas sanitarias para evitar los contagios.
La directora ejecutiva de Unicef, Henrietta Fore, pidió no escatimar esfuerzos para mantener a los niños en la escuela, ya que la pandemia continúa en un segundo año.
El costo de los cierres de esos centros resulta devastador, indicó a inicios de este año, el 90 por ciento de los estudiantes en todo el mundo enfrentó esa medida durante 2020 y más de un tercio quedó sin acceso a la educación remota.
Además, alertó Fore, mantener a los niños en casa pone en riesgo su salud, desarrollo, seguridad y bienestar, y los más vulnerables son los más afectados.
Sin la red de seguridad que la escuela ofrece a menudo, muchos niños y niñas son más vulnerables al abuso, el matrimonio y el trabajo infantil, recalcó.
A juicio de la directora ejecutiva de Unicef, si los menores se enfrentan a otro año de cierre de escuelas, los efectos se sentirán en las generaciones venideras.
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