Un portavoz del Riksdag dio a conocer este miércoles que Andersson, primera mujer electa como jefa de Gobierno en la historia de esta nación obtuvo 117 votos a favor, 174 en contra y 57 abstenciones, lo cual resultó suficiente ya que según las reglas electorales solo necesitaba no tener una oposición mayoritaria, de 175 diputados.
Para obtener los sufragios necesarios, la líder socialdemócrata logró negociar en la noche del martes último el respaldo de la Izquierda Socialista, que condicionaba su apoyo a la candidata con el compromiso de ella a posponer los planes de una reforma laboral parcial, exigida por el Partido del Centro, indican observadores.
El ascenso de Andersson, de 54 años, ocurre tras la caída del primer ministro Stefan Lofven, quien asumió el cargo en 2014 y a mediados de junio último se convirtió en el único jefe de Gobierno en la historia de este país que perdió en la votación de una moción de censura del Parlamento en su contra.
Ese hecho motivó su temporal salida del cargo hasta que dos semanas después los legisladores aprobaron su reelección y, aún cuando se mantuvo en el puesto, se evidenció el creciente rechazo a su gestión.
Por eso, a fines de agosto tuvo que anunciar su renuncia a la presidencia de su partido y su dimisión como jefe de Gobierno, que presentó finalmente el 10 de noviembre último.
Andersson señaló recientemente que uno de sus propósitos principales como primera ministra será ampliar el apoyo del electorado a su formación, con una renovación de la socialdemocracia dirigida a recuperar los votantes que se inclinaban tradicionalmente por el SAP y ahora respaldan a otras fuerzas.
Expertos consideran que esa es una ardua tarea que debe dar frutos en los 10 meses que restan para los próximos comicios.
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