A estas empresas de medios ya no se les permite transmitir, escribir o dar información mediante el uso de cualquier tipo de plataforma de medios o cualquier tecnología, indica el comunicado divulgado este martes en la emisora estatal MRTV.
Antes de la revocación, Myanmar Now dio la noticia de que su oficina en el centro de Yangon había sido objeto de una redada por parte del ejército y la policía, y se le incautaron computadoras, otras herramientas y datos.
Por su parte, Mizzima asegura en un comunicado publicado en Facebook que ‘seguirá luchando contra el golpe militar mediante la publicación y difusión a través de plataformas multimedia’.
Igualmente, DVB dijo que no estaba sorprendido por la cancelación y que continuaría transmitiendo por televisión satelital y en línea.
Nos preocupamos por la seguridad de nuestros reporteros y nuestro personal, pero en el levantamiento actual, todo el país se ha convertido en periodistas ciudadanos y no hay forma de que las autoridades militares cierren el flujo de información, dijo la directora ejecutiva de DVB, Aye Chan Naing.
Los cinco medios habían estado ofreciendo una amplia cobertura de las protestas populares contra el golpe militar del pasado 1 de febrero, a menudo con transmisión de videos en vivo por internet.
El gobierno ha detenido a decenas de periodistas desde el golpe, quienes han sido acusados en virtud de una ley de orden público que conlleva una pena de hasta tres años de prisión.
Diariamente se han producido protestas a gran escala en muchas ciudades y pueblos desde que el ejército de Myanmar tomó el poder, y las fuerzas de seguridad han respondido con un uso cada vez mayor de fuerza letal y detenciones masivas.
El domingo, la policía ocupó hospitales y universidades y, según informes, arrestó a cientos de personas involucradas en protestas.
Este martes, manifestantes salieron para sus primeras protestas masivas desafiando el toque de queda de las 8:00 pm (hora local) impuesto en Yangon, buscando mostrar su apoyo a unos 200 estudiantes atrapados por las fuerzas de seguridad en una pequeña área de un vecindario.
Según cálculos conservadores, la cifra de muertos desde el inicio de las confrontaciones superan las 60, y unas dos mil personas han sido detenidas.
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