La iniciativa, promovida por el proyecto solidario Puentes de Amor liderado por el profesor cubanoamericano Carlos Lazo, movilizó a quienes abogan por el fin del cerco económico, comercial y financiero impuesto por Washington a los cubanos hace más de 60 años.
Con banderas de Cuba y Estados Unidos, así como pancartas en las que se exige al presidente Joe Biden cumplir su promesa de poner fin a las sanciones, los participantes recorrieron en sus autos algunas de las calles de Miami, escenario principal desde donde se promueve la política hostil de la Casa Blanca hacia La Habana.
Antes de la salida de la caravana de automóviles desde las cercanías del ayuntamiento de la ciudad, miembros de organizaciones como Codepink y Pastores por la paz contaron sus experiencias tras recientes visitas a la mayor de las Antillas en las cuales constataron cuánto asfixian las restricciones estadounidenses al pueblo cubano.
«¡Cuba sí, bloqueo no!» se escuchó fuerte, mientras a lo lejos otros grupos manifestaban su rechazo al acercamiento entre Washington y La Habana y apoyan la línea dura del expresidente Donald Trump, quien reforzó el bloqueo con 243 medidas aún vigentes.
Ese comportamiento hostil, a juicio de activistas, no es una sorpresa, porque en Estados Unidos la política hacia Cuba en muchos aspectos la dirige un sector influyente de los cubanoamericanos más conservadores de Miami.
Paralelamente a la caravana de automóviles, este domingo se desarrolló un tuitazo con las etiquetas #PuentesDeAmor #CubaVive y #UnblockCuba dirigido al presidente Joe Biden para exigir levantar las medidas restrictivas unilaterales contra la isla.
Como se ha hecho habitual cada mes desde que comenzó el año, desde otros países, como Bélgica, Canadá y Reino Unido, muchos se suman a la iniciativa solidaria con Cuba y su pueblo.
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