Idayat Hassan, directora del Centro para la Democracia y el Desarrollo, grupo internacional de derechos humanos, declaró ante periodistas en Abuja que tal cifra de occisos demuestra que las muertes violentas se convirtieron en algo habitual en este país africano en los últimos años.
Según la fuente, muchos de esos homicidios quedaron impunes, gracias a la Orden de Fuerzas 237 de Nigeria, ley que permite a los agentes de seguridad emplear la fuerza letal “de forma contraria al derecho internacional”.
En medio de un incremento de la inseguridad en este territorio de África subsahariana, el gobierno del presidente Muhammadu Buhari, orientó recientemente el reforzamiento de las estructuras del Ejército y la policía para enfrentar a bandas delincuenciales y al grupo radical Boko Haram.
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