Como su hermano Anthony Montero, medallista en los Olímpicos de la Juventud 2014, Astrid aportó la primera presea venezolana en el certamen de Cali-Valle y a ritmo de tacles y proyecciones de alta puntuación aventajó desde el arranque a la cubana, para desquitarse del revés en el torneo clasificatorio de junio último.
Alegre por la victoria, la jovencita de solo 18 años dedicó el triunfo al gran esfuerzo en los entrenamientos y a la ayuda del colectivo de entrenadores, “quienes siempre confiaron y me prepararon mentalmente para este momento”.
Natural del municipio Carirubana, en la península venezolana de Paraguaná, Montero llegó a la disputa del cetro en la cita continental con sonrisas inicial de 10-0 sobre la anfitriona Anays Camila Meza y de 12-0 frente a la brasileña Meiriele Charamba en semifinales.
“Me he estado preparando todo este tiempo, sabía que aquí sería la oportunidad de la revancha y vine muy concentrada para el combate contra la cubana y salió el resultado; feliz y contenta por la medalla para mi Venezuela”, manifestó.
Con el boleto asegurado para Santiago de Chile 2023, la gladiadora venezolana aspira a disputar el liderazgo de la categoría frente a la experimentada Nathaly Grimán; en busca de nuevas alegrías para la lucha femenina de su país.
A través de su cuenta en Twitter, el presidente de la República Nicolás Maduro y el Comité Olímpico Venezolano significaron la hazaña de Montero y con un ¡Bravo! Les dedicaron palabras de felicitación.
La lucha femenina de Venezuela cerró su accionar en Cali-Valle con el oro de Montero y los metales de bronce de Mayra Alejandra Parra (53 kg) y Mariana Rojas (57 kg).
oda/yma