‘Colocaremos la bandera de la República a media asta durante tres días para mostrar nuestro dolor por la muerte del expresidente Ali Mahdi Mohamed’, escribió Farmajó en su cuenta de la red social Twitter.
Por su parte, el otrora gobernante Sharif Sheikh Ahmed (2009-2012), quien se condolió con el fallecimiento, manifestó: ‘Comparto el dolor del pueblo somalí y ofrezco mis condolencias por la muerte del expresidente Ali Mahdi Mohamed en Nairobi. Que Dios tenga piedad de nosotros y nos dé paciencia y fe.
El miércoles el portavoz del Ministerio de Información, Isamel Mukhtaar Omar, notificó el deceso sin ofrecer más detalles sobre sus causas, pero medios de prensa kenianos afirmaron que Mahdi Mohamed –de 82 años de edad- llevaba tres días hospitalizado en un centro médico de Nairobi, la capital del vecino país.
Posteriormente el portal digital hiiraan.com reportó que ‘el expresidente somalí Ali Mahdi Mohamed falleció en Nairobi por complicaciones debido a la Covid-19’.
Tras alianzas guerrilleras derrocar a Mohamed Siad Barre, quien gobernaba desde octubre de 1969, Mahdi Mohamed se convirtió en 1991 en el cuarto presidente de Somalia.
Antes de acceder al cargo era un empresario y trabajó en el Ministerio de Salud en cuestiones relacionadas con la lucha contra el paludismo.
Como jefe institucional encabezó un gobierno provisional integrado por conocidos políticos locales y respaldado por algunas autoridades regionales, pero sobrevino una guerra con otro jefe tribal, Mohamed Farah Aidid, la cual dejó a Somalia sin gabibete efectivo y en un caos que persiste hasta hoy con otros protagonistas.
Hace 10 años, Ali Mahdi rechazó ser quien desató la prolongada contienda en este país, un evidente episodio de la lucha por el poder que perdura tres décadas después.
‘Fui elegido legalmente por los delegados de la primera conferencia de reconciliación celebrada en D’jibouti. Aidid no estuvo en esa reunión, aún seguía combatiendo en el sur del país, y cuando se enteró de que yo había sido designado me declaró la guerra’, señaló el exmandatario a la prensa en 2011.
Observadores y estudiosos comparten el criterio de que esa disputa entre Ali Mahdi y Farah Aidid, cambió el carácter del conflicto, el cual pasó de contienda de liberación a enfrentamientos entre clanes que condenó a la incertidumbre al pueblo somalí, cuyo destino pasó entonces a manos de los llamados señores de la guerra.
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