Durante la incursión destruimos sitios vinculados a los misiles y drones, precisó una fuente militar a la agencia saudita de noticias SPA.
Medios de prensa controlados por los hutíes confirmaron la incursión realizada esta madrugada, pero aseguraron que el objetivo fue un taller de reparaciones de autos.
Tanto la alianza árabe como el Gobierno yemenita acusaron en varias oportunidades a esa milicia de utilizar a los civiles como escudos humanos, lo cual fue rechazado por el grupo armado.
Anoche las autoridades de Arabia Saudita anunciaron que sus tropas interceptaron varios misiles lanzados por los hutíes contra Riad, aunque los restos cayeron en áreas residenciales.
Las hostilidades en esta nación árabe estallaron en 2014 cuando la milicia lanzó una ofensiva desde el norte y ocupó Saná y amplias zonas del país.
Un año después Arabia Saudita y otros aliados árabes intervinieron en la guerra en respaldo del presidente Abd Rabbu Mansour Hadi, cuyas fuerzas recuperaron algunas áreas.
Según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dos tercios de la población de Yemen, unos 20 millones de personas, dependen de la asistencia humanitaria y el 80 por ciento vive por debajo del umbral de pobreza.
Después de años de conflagración, esta nación árabe tiene la cuarta población de desplazados internos más grande del mundo con unos cuatro millones de personas, subrayó recientemente el organismo.
Por su parte, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia denunció que unos 10 mil niños fueron asesinados o mutilados desde el inicio del conflicto.
Mientras, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo consideró que Yemen atraviesa “la peor y más grande catástrofe humanitaria del mundo” y en ese sentido proyectó que para finales de 2021 la guerra habrá matado a 337 mil personas de forma directa o indirecta.
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