La decisión, calificada como un «aborto de la justicia» por la compañera sentimental del periodista australiano, Stella Moris, implica que Assange seguirá en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh hasta que concluya la nueva apelación que presentará en breve su defensa ante la Corte Suprema británica.
Al respecto, el director de la Campaña contra la Extradición de Assange, John Rees, aseguró a Prensa Latina en las afueras del tribunal que los abogados del ciberactivistas también volverán a insistir para lograr su liberación bajo fianza, para que pueda al menos asistir al resto del juicio en libertad.
En realidad, deberían dejarlo salir (de la cárcel) porque lo que está pasando ahora es que Assange está siendo castigado, pese a no haber cometido ningún delito en este país, sentenció.
El fundador de WikiLeaks está encarcelado desde que el gobierno ecuatoriano lo entregó a las autoridades británicas en abril de 2019 y fue sentenciado a 50 semanas de cárcel por violar una fianza impuesta siete años antes, pero tras cumplir la condena, la justicia británico decidió que debe permanecer en prisión hasta que concluya el proceso de extradición.
Estados Unidos quiere extraditar a Assange por difundir en WikiLeaks archivos donde se exponen crímenes de guerra cometidos por militares norteamericanos en Iraq y Afganistán, y miles de cables con secretos de la diplomacia norteamericana.
En enero pasado, la magistrada Vanessa Baraitser se opuso a la extradición porque expertos en psiquiatría que testificaron en el tribunal de primera instancia aseguraron que el ciberactivista de 50 años podría suicidarse en una cárcel norteamericana.
Los fiscales estadounidenses impugnaron la decisión, y en la vista de apelación celebrada en octubre pasado aseguraron a la Alta Corte que Assange no será sometido a un régimen carcelario extremo de ser juzgado y condenado en Estados Unidos, algo que según denunció Moris jamás cumplirán.
Tras anunciar su aceptación de la apelación de la fiscalía estadounidense, los jueces enviaron el caso de vuelta al tribunal de primera instancia, con la instrucción de que la magistrada Baraitser lo remita a la ministra del Interior, Priti Patel, quien tendrá la última palabra sobre la extradición del ciberactivista.
La Corte Suprema de Justicia británica tiene, por su parte, potestad para aceptar o declinar los recursos de apelación.
De prosperar la solicitud de extradición, Assange podría ser condenado a un total de 175 años de cárcel, a partir de los 17 cargos criminales que se le imputan, y que están relacionados con presuntas violaciones de la ley de espionaje estadounidense.
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