Al recibir en audiencia a miembros de la Unión de Juristas Católicos Italianos, participantes en el septuagésimo Congreso Nacional de Estudios de esa organización, el sumo pontífice señaló que quien carece de protección será siempre excluido.
A ustedes, como juristas católicos, se les pide que contribuyan a invertir la marcha favoreciendo, según sus competencias, la toma de conciencia y el sentido de responsabilidad, indicó.
Nunca como en estos días, en estos tiempos, apuntó, los juristas están llamados a afirmar y proteger los derechos de los más débiles en un sistema económico y social que finge incluir las diversidades, pero de hecho excluye sistemáticamente a quien no tiene voz.
En ese sentido, el papa subrayó que los derechos de los trabajadores, migrantes, enfermos, infantes no nacidos, personas en fin de vida y los más pobres son siempre, cada vez más ignorados y negados en esta cultura del descarte, en la cual, dijo, “quien no tiene capacidad de gastar y consumir parece no valer nada”.
Tras negar que el reconocimiento de los derechos de las personas más débiles sea una concesión gubernamental, el pontífice puntualizó que “los juristas católicos no piden favores a nombre de los pobres, sino que proclaman con firmeza los derechos derivados del reconocimiento de la dignidad humana”.
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