El ministerio de Salud precisó en un comunicado que 36 de esos casos son personas que regresaron del extranjero, 11 se contagiaron con repatriados y ocho contrajeron la variante en la comunidad.
Ante esta situación nuestra estrategia es doble, retrasar la penetración de Ómicron en Israel tanto como sea posible y aumentar el nivel de inmunidad de los ciudadanos mediante las vacunas, apuntó anoche el primer ministro Naftali Bennett.
Apenas cinco por ciento de los menores de cinco años y nueve por ciento de aquellos que tiene entre seis y 11 años fueron inoculados, además un millón de israelíes elegibles aún no recibieron el pinchazo de refuerzo, subrayó.
El Gobierno anunció la pasada semana la extensión por otros 10 días de las medidas impuestas para evitar la propagación de Ómicron, entre ellas, la prohibición de entrada de extranjeros.
Bennett y el titular de Salud, Nitzan Horowitz, informaron sobre la prorrogación del paquete de iniciativas, que debía expirar esta noche.
Según las normas, los israelíes vacunados al llegar del exterior serán aislados por 72 horas y luego sometidos a una prueba de PCR y quienes no se inyectaron contra la enfermedad tendrán que estar confinados una semana.
Las autoridades además, etiquetaron en rojo a medio centenar de países, todos de África, a los cuales los nacionales no podrán viajar a menos que reciban un permiso, aunque en las próximas horas se espera la ampliación de la lista.
Días atrás Horowitz dejó entrever la posibilidad de inyectar una cuarta vacuna de refuerzo.
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