Bajo la saliente coordinación de Brasil y en forma virtual, el encuentro concluyó horas atrás con un pronunciamiento tripartito que completan Argentina y Paraguay.
Los tres respectivas presidentes, Jair Bolsonaro, Alberto Fernández y Mario Abdo Benítez se comprometieron con la revisión del Arancel Externo Común (AEC) del bloque.
En cambio el mandatario uruguayo, Luis Lacalle Pou, condicionó su apoyo a la rebaja de los aranceles a que el Mercosur modifique la cláusula que impide a sus miembros negociar acuerdos comerciales con otros países o bloques en forma individual.
Esa última alteración, respaldada a medias por Brasil y Paraguay y a la que se opone más frontalmente Argentina, no fue adoptada en esta cumbre, aunque el comunicado tripartito sugiere que el Mercosur debatirá esa flexibilización exigida por Uruguay en los próximos meses.
Para salvar el escollo los firmantes del documento se comprometieron a lograr “un acuerdo cuatripartito en beneficio de la productividad y competitividad de las economías de los Estados Partes en la próxima Presidencia Pro Tempore».
Según el secretario de Negociaciones Bilaterales y Regionales para las Américas de la Cancillería brasileña, Pedro Costa, Uruguay se mete en “callejón sin salida”, al criticar una postura que “causa bloqueo, no crea confianza y es difícil de entender”.
En la cita presidencial se esperaba aprobar una rebaja del 10 por ciento del AEC, que parecía virtualmente consensuada, pero se frustró por la presión de Uruguay, que exigió a cambio una mayor libertad para avanzar en forma individual hacia acuerdos comerciales con otros países o bloques, como ya lo hace con China.
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