En una entrevista con el periódico Al Ain, el político consideró positivo que Francia e Italia lograran acercar posturas sobre el tema libio, para unificar la estrategia del llamado viejo continente hacia su país.
Ambas naciones desean poner fin a la crisis aquí porque amenaza también a los países del sur de Europa por temas como la inmigración, el terrorismo y el tráfico de armas, subrayó.
Al Hawij afirmó que el estado de fragmentación y división de Libia no tiene precedentes en la historia nacional.
Las declaraciones del candidato presidencial coincidieron con la decisión de las autoridades de aplazar para el próximo 24 de enero los comicios previstos en principio para mañana, en medio del incremento de las tensiones, las amenazas y la falta de acuerdo sobre el proceso.
Tras un año de relativa calma, en las últimas semanas la tensión escaló en el país, en gran parte motivadas por las elecciones, pues hay profundas diferencias entre milicias y sectores en torno a los candidatos aceptados y las leyes que lo rigen.
Esta nación vive una espiral de violencia desde el derrocamiento de Muamar al Gadafi en 2011, luego de una guerra apoyada por miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte, entre ellos, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido.
Bajo el auspicio de la ONU, 75 delegados libios en representación de diversas facciones y territorios, eligieron en febrero último un Gobierno de transición, encargado de dirigir al país hasta la celebración de los comicios presidenciales.
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