Este acercamiento a las tradiciones de la narración oral matizadas con las nuevas tecnologías, tuvo entre sus principales promotores a las plataformas de reproducción de sonidos como las estadounidenses Spotify y Audible.
De esa manera, la práctica ancestral de contar historias y transmitir experiencias se instaló en la industria de reproducción vía streaming, en tanto aproximó a las nuevas generaciones a textos clásicos de la literatura universal.
Spotify, por ejemplo, recurrió a una selección de textos internacionales en las voces de figuras reconocidas de Hollywood como vía para diversificar sus servicios, mejorar la escucha y sumar usuarios.
El proyecto incluye nueve volúmenes narrados por la actriz Hilary Swank, el comediante Forest Whitaker, el youtuber David Dobrik, la intérprete británica Cynthia Erivo y el actor Daniel Radcliffe, entre otros artistas.
Entre los títulos elegidos para esta entrega figuran El despertar, de la escritora estadounidense Kate Chopi; la autobiografía La vida de Frederick Douglass, esclavo estadounidense; Frankenstein, de la autora británica Mary Shelley y Persuasión, de su coterránea Jane Austen.
Asimismo, la aplicación de música compró una de las plataformas de audiolibros más grande del mundo, Findaway, la cual posee un catálogo de más de 325 mil títulos, adquisición que la posiciona como un destino por excelencia para la industria de las grabaciones.
Por su parte, Audible apostó por llevar a este formato 400 nuevos libros, la mayoría de ficción, género que – según las estadísticas- destaca entre los más consumidos en los últimos años por un público esencialmente joven, así como los textos de autoayuda y ensayos.
Dentro de este contexto destaca también la editorial europea ABP Publishing, que no solo brinda un amplio catálogo de audiolibros, sino que ahora se inserta en el mercado de obras digitales NFT (archivos no fungibles), con copias de grabaciones amparadas en sus respectivos certificados de autenticidad.
Dichos proyectos constituyen una consecuencia directa del crecimiento de la escena digital en la última década, donde tanto los libros electrónicos como los audios, salieron beneficiados con cifras millonarias.
Un informe del sello Bookwire, señala que los ingresos globales de las editoriales obtenidos por las ventas de libros electrónicos en plataformas digitales aumentaron un 112 por ciento en 2020, mientras los audiolibros en español generaron unos 10 millones de euros.
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