Sin mencionar nombres, pero en clara referencia a Yamina, la formación del primer ministro Naftali Bennett, Barlev afirmó que algunos socios de la coalición gobernante lo convirtieron en “el enemigo” de los colonos.
“Salieron en mi contra y me convirtieron en enemigo de todos los colonos”, recalcó el funcionario durante una reunión de la facción del Partido Laborista en la Knesset (parlamento).
Culpó de la campaña a tres ministros, que la prensa nacional identificó como la titular del Interior, Ayelet Shaked; de Asuntos Religiosos, Matan Kahana, ambos de Yamina y de Comunicaciones, Yoaz Handel, de la agrupación Nueva Esperanza, una escisión del ultraderechista Likud.
“A partir de esta mañana, estoy bajo vigilancia las 24 horas, los siete días de la semana (…) No me amenazan los criminales árabes, me amenazan los judíos israelíes”, escribió poco antes en Twitter.
Barlev condenó la pasada semana la violencia de los colonos en las zonas ocupadas durante un encuentro con la subsecretaria de Estado norteamericana para Asuntos Políticos, Victoria Nuland.
En respuesta, los sectores de derecha en el poder y en la oposición, encabezados por el Likud, arremetieron contra el funcionario.
El propio primer ministro salió en defensa de los colonos al calificar de fenómeno marginal los ataques de estos contra los palestinos, lo cual a su vez, fue duramente cuestionado por la izquierda, los árabes-israelíes y diversas organizaciones de derechos humanos.
Poco después un hombre fue arrestado por escribir en Facebook en alusión a Barlev: “espero que te linchen, traidor”.
Más de 600 mil colonos viven en Cisjordania y Jerusalén oriental, zonas ocupadas por Israel desde la guerra de 1967.
Según el Shin Bet (el servicio de seguridad interior), en 2020 se reportó un aumento de 50 por ciento de los ataques de los extremistas judíos contra los palestinos, quienes denuncian que los agresores rara vez son procesados.
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