Un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores criticó la operación de los rebeldes, efectuada en la medianoche del domingo frente a las costas de la gobernación de Hodeida.
Esa acción representa un desprecio de los principios humanitarios y al Manual de San Remo sobre el derecho internacional relativo a los conflictos en el mar y las convenciones sobre el tema de la ONU, subrayó.
También la Organización de Cooperación Islámica cuestionó la captura de la nave al señalar que el barco trasladaba material médico, aunque los hutíes afirman que transportaba material bélico.
El portavoz del grupo armado, Mohamed Abdelsalam, afirmó en Twitter que la acción fue efectuada en represalia por los sistemáticos ataques de la coalición árabe, encabezada por Arabia Saudita.
Según la agencia oficial saudita SPA, la embarcación se dirigía al puerto de Jizan, en el sur de ese país, desde la isla yemenita de Socotra, en el Mar Rojo.
La guerra en esta nación comenzó con el alzamiento armado de los hutíes en 2014, cuando gran parte del territorio nacional, incluido Saná, la capital.
Un año después Arabia Saudita y varios aliados árabes intervinieron en auxilio del Gobierno.
En octubre último, el ministro yemenita de Planificación y Cooperación Internacional, Waid Batheeb, reveló que el país perdió 90 mil millones de dólares en los últimos siete años.
Según la oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, dos tercios de la población, unos 20 millones de personas, dependen de la asistencia humanitaria y el 80 por ciento vive por debajo del umbral de pobreza.
El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo consideró en noviembre que Yemen atraviesa “la peor y más grande catástrofe humanitaria del mundo”.
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