La temporada alta de desplazamientos o Chunyun se extenderá desde mediados de este mes hasta febrero próximo y los cálculos indican que la población realizará por ferrocarril apenas 280 millones de viajes, o sea, la cifra más baja en siete años.
Detrás del descenso están los riesgos de expansión de la Covid-19, pues actualmente al menos tres ciudades chinas están en régimen de confinamiento y paralizadas para contener la enfermedad causada por el coronavirus SARS-CoV-2.
Cada vez más provincias y empresas entregan incentivos y apelan a otros recursos para convencer a las personas de quedarse en sus lugares de trabajo o residencia durante la festividad, cuyo elemento esencial es la reunión familiar.
Incluso Beijing procederá con medidas similares para disuadir los viajes y así garantizar la seguridad sanitaria mientras celebra los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Invierno en febrero y marzo próximos.
Si bien se espera el impacto económico por las limitaciones en la época de mayor consumo y turismo durante el año, los medios comentan sobre el posible auge del comercio electrónico.
Tradicionalmente, durante el Chunyun millones de chinos van y regresan tanto de sus regiones natales como del exterior para celebrar el Año Nuevo Lunar o Fiesta de la Primavera.
Dicha festividad es la más importante de la cultura china y en breve todo el país estará inmerso en limpiezas profundas de hogares, decoraciones de lugares en rojo y dorado, ensayos de danzas y la confección de manjares milenarios para recibir el 1 de febrero el reinado del Tigre, el animal que regirá los otros 12 meses del calendario.
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