Según explicó Johnson en rueda de prensa, el gobierno continuará por ahora con el Plan B implementado en diciembre pasado.
Este incluye el uso obligatorio de la mascarilla en espacios cerrados, el trabajo desde el hogar siempre que sea posible y el certificado de vacunación para poder acceder a clubes nocturnos y eventos masivos.
El gobernante conservador alertó, sin embargo, que las próximas semanas serán muy complicadas, debido al creciente número de contagios y la posibilidad de que se produzcan interrupciones en los servicios públicos por la ausencia de trabajadores afectados por la enfermedad.
En ese sentido anunció que a partir del 10 de enero próximo se les pedirá a unos 100 mil empleados del sector alimentario, transporte e inmigración que se realicen pruebas rápidas de antígeno diarias antes de acudir a sus centros de trabajo.
Aunque afirmó que Ómicron provoca síntomas menos graves que otras variantes del coronavirus SARS-CoV-2, Johnson admitió que el país atraviesa por la peor ola de casos positivos a la Covid-19 en los casi dos años de duración de la pandemia.
Este es un momento en el que debemos ejercer la máxima precaución, recalcó el primer ministro, quien exhortó a la población a vacunarse contra el virus porque según dijo, el 60 por ciento de los pacientes de Covid-19 ingresados en terapia intensiva no están inmunizados.
El Reino Unido reportó este martes 218 mil 724 nuevos casos positivos a la Covid-19, y aunque el informe oficial incluye registros atrasados luego de las festividades de fin de año, se trata de la cifra más alta jamás registrada en el país desde marzo de 2020. Las autoridades de salud también confirmaron otras 48 muertes, para un total de 148 mil 941 decesos y 13,6 millones de contagios.
Hasta el momento, 47,4 millones de personas tienen la pauta completa de vacunación, y de ellos, el 59,8 por ciento recibió la tercera dosis de las vacunas contra la Covid-19.
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