- Decretan estado de emergencia en capital de Kazajastán
- Manifestantes tomaron residencia en Almaty de presidente kazajo
En un discurso transmitido este miércoles a la nación, el jefe de Estado denunció la presencia de “conspiradores con motivaciones financieras” detrás de las protestas iniciadas el pasado 2 de enero en diferentes regiones de Kazajstán.
“El alto nivel de organización de los elementos alborotadores es digno de mención. Esto atestigua el plan de acción elaborado de manera cuidadosa por conspiradores que fueron incitados de forma económica. Son conspiradores”, declaró.
En su intervención, subrayó que permanecerá en la capital de su país pase lo que pase porque su deber constitucional es estar con su pueblo. “Juntos superaremos esta página negra en la historia de Kazajstán. Saldremos de ella más fuertes”, expresó.
El mandatario kazajo enfatizó que sigue comprometido con la implementación de reformas y que pronto presentará propuestas para la transformación política en la nación centroasiática.
Tokáyev se refirió también a los ataques que tienen lugar contra las fuerzas de seguridad durante las manifestaciones.
“En nuestra querida ciudad, hay ataques masivos contra los agentes del orden. Multitudes de elementos vandálicos golpean a los militares, los intimidan, los conducen desnudos por las calles, someten a las mujeres a la violencia, roban tiendas”, manifestó.
El presidente kazajo decretó este día el estado de emergencia en Nursultan, teniendo en cuenta que existe una amenaza grave e inmediata para la seguridad de los ciudadanos, señaló la orden presidencial publicada.
La medida entró en vigor este miércoles a las 16:00, hora local, y se extenderá hasta las 00:00 del 19 de enero de 2022, con el objetivo de garantizar la seguridad, restablecer el orden, además de proteger los derechos y libertades de los ciudadanos de Nursultan, indicó el texto.
Según el decreto, la presidencia de Kazajstán también estableció el toque de queda en esta urbe entre las 23:00 y las 07:00, durante los días que se mantenga el estado de emergencia.
Debido a los disturbios en el país desde el pasado 2 enero, antes el mandatario de Kazajstán declaró el estado de emergencia y el toque de queda en las regiones de Almaty y Manguistau durante dos semanas.
La decisión prohíbe los eventos masivos; establece el veto de la venta de armas, municiones y bebidas alcohólicas; y autoriza los registros de personas y vehículos.
Los disturbios en Kazajstán comenzaron el 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, de la región de Manguistau (suroeste del país), donde los residentes protestaron contra el aumento de los precios del gas natural licuado.
Dos días después, estallaron protestas en Almaty (este), donde la policía utilizó granadas de humo para dispersar a la multitud, así como en otras ciudades, en particular en Atyrau, Aktobe (oeste), Uralsk (noroeste), Taraz, Shymkent y Kyzylorda (sur), Karagandá (noreste) e incluso la capital.
Este miércoles, Tokáyev aceptó la renuncia del Gobierno kazajo e informó que sus miembros continuarán sirviendo hasta la aprobación del nuevo Ejecutivo.
El jefe de Estado culpó a la estructura de Gobierno por no prever el impacto en la población de la alta subida de los precios del combustible.
Pese a la dimisión del Gobierno y a la orden presidencial de regular de inmediato los precios del gas, las protestas en el país continúan.
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