Según explicó el gobernante conservador en el Parlamento, la decisión obedece a que algunas de las medidas tomadas por el gobierno en diciembre pasado tras la aparición de Ómicron son poco efectivas ahora que esa variante del coronavirus SARS-CoV-2 es la dominante en el país.
Johnson dijo que también se eliminará la obligatoriedad de autoaislarse que tenían los recién llegados hasta recibir un resultado negativo a una prueba de PCR realizada al segundo día de su arribo.
De acuerdo con el primer ministro, los viajeros solo tendrán que hacerse una prueba de antígeno rápida para descartar una infección con el virus de la Covid-19.
Como parte del llamado Plan B implementado en diciembre pasado, los británicos solo tienen que usar mascarilla en el transporte público y otros lugares cerrados, trabajar desde casa siempre que sea posible y mostrar un certificado de vacunación para acceder a los clubes nocturnos y algunos eventos masivos.
En su intervención en la Cámara de los Comunes, Johnson volvió a descartar la imposición de más restricciones sociales para tratar de contener la nueva ola de la pandemia, y adelantó que las medidas serán revisadas dentro de tres semanas.
El Reino Unido reportó este miércoles 194 mil 747 nuevos casos positivos a la Covid-19 y otras 334 muertes, aunque entre los fallecidos se incluyeron datos atrasados con motivo de las festividades de fin de año.
Un informe independiente de la Oficina Nacional de Estadísticas señaló, sin embargo, que 3,7 millones de personas en el país estaban contagiados con el virus en la última semana de 2021, lo que arrojó un promedio de un contagiado por cada 20 habitantes.
Aunque estudios preliminares indican que la variante Ómicron provoca síntomas menos graves que otras conocidas, hasta ayer había 17 mil 276 pacientes de Covid-19 ingresados en los hospitales del Reino Unido.
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