Fuentes oficiales calcularon hasta el momento en cerca de 30 los fallecidos a causa de los enfrentamientos entre las fuerzas del orden y los causantes de los disturbios y las manifestaciones que desde el 2 de enero tienen lugar en esta nación asiática.
Según la agencia de noticias Sputnik, el tiroteo continúa este sábado en la ciudad de Almaty, la mayor del país, donde está en curso aún la operación antiterrorista.
Los reportes indican que los insurgentes se esconden en jardines y parques de esa urbe. Una fuente de las fuerzas de seguridad señaló que “grupos dispersos de delincuentes pueden seguir cometiendo ataques”, incluso utilizando uniformes de los agentes de la ley.
Este viernes, el mandatario kazajo indicó que alrededor de 20 mil extremistas protagonizaron los violentos disturbios registrados durante los días recientes en la ciudad de Almaty.
El Ministerio del Interior de Kazajastán informó que en el país fueron detenidas hasta el momento cuatro mil 404 personas vinculadas con los disturbios.
Por su parte, el Comité de Seguridad Nacional dio a conocer en un comunicado el apresamiento de su ex presidente, Karim Masímov, bajo sospecha de alta traición.
Masímov, de 56 años, fue destituido del cargo de presidente del Comité de Seguridad Nacional por decreto presidencial el 5 de enero, y ese mismo dia, Yermek Saguimbáyev, el exjefe del Servicio de Seguridad Estatal, fue nombrado en el cargo.
Ayer, en declaraciones al canal de televisión Khabar 24, Yertysbáyev afirmó que el nivel alcanzado por el intento de golpe de Estado en Kazajastán evidencia elementos de traición en las altas esferas de las autoridades del país.
Manifestó que el Comité de Seguridad Nacional ocultó información sobre los campamentos de entrenamiento de los extremistas en las montañas y aseguró que 40 minutos antes del ataque al aeropuerto de Almaty se dio la orden de levantar su seguridad.
Por otra parte, la Cámara Nacional de Empresarios indicó que el valor de los daños causados a las empresas en Kazajastán durante sucesos se estima en más de 200 millones 400 mil dólares.
Señaló que solo en Almaty, la antigua capital del país, el monto total se elevó a unos 197 millones de dólares y resultaron dañadas 856 entidades comerciales, de las 920 afectadas en 10 regiones de la nación asiática.
Las protestas en Kazajastán comenzaron el pasado domingo 2 de enero, bjao el argumento de la subida del precio del gas licuado natural, y luego se extendieron a diferentes ciudades, incluida Almaty.
El 5 de enero, el mandatario aceptó la renuncia del Gobierno de su país, acusado por el mandatario de la liberación de los precios del combustible y por tanto de los orígenes de las manifestaciones.
Ese día y el pasado 6 de enero se intensificaron los disturbios, con saqueos y ataques a instituciones estatales, que provocaron alrededor de 20 muertos y más de mil heridos.
A pesar de que las autoridades del país revocaron la medida de aumento del precio del gas, las acciones insurgentes escalaron en magnitud con el uso de armas de fuego y el recrudecimiento de los enfrentamientos contra los agentes del orden.
Ante esta situación, el jefe de Estado pidió ayuda al resto de los países miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (Armenia, Belarús, Kirguistán, Rusia y Tayikistán), cuyas fuerzas para el mantenimiento de la paz ya comenzaron a realizar tareas de protección de las instalaciones e inmuebles estratégicos del país.
Ayer, la jefatura del país aseguró que el orden constitucional se restableció en todas las regiones, aunque todavía en Almaty la situación es difícil.
Por la rapidez con que se propagaron las manifestaciones y la magnitud que alcanzaron en pocos días, analistas políticos consideran que las acciones no son espontaneas y responden a un intento de aplicar en el país el formato de las llamadas revoluciones de colores, organizado desde el exterior.
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