En esa urbe, los manifestantes abandonaron la plaza central Yntymak, desmantelaron las vallas y tiendas de campaña que instalaron allí hace unos días, a la vez que fue abierto el tráfico de vehículos por la calle central, frente al edificio del Gobierno local, reportó la agencia de noticias Kazinform.
También este sábado, el aeropuerto internacional de esa ciudad del oeste del país reanudó sus operaciones, las cuales fueron suspendidas por la situación imperante en esa urbe.
Las protestas en Kazajastán comenzaron el 2 de enero en las ciudades de Zhanaozen y Aktau, de la región de Manguistau (suroeste del país), donde los residentes se manifestaron contra los altos precios del combustible.
A partir del 1 de enero, el precio del litro de gas licuado subió a 120 tenge (0,27 dólares) y pidieron reducirlo entre 50 y 60 tenge (0,11 y 0,13 dólares).
El 5 de enero, el mandatario aceptó la renuncia del Gobierno de su país, acusado por él mismo de la liberación de los precios del combustible sin prever el impacto de la medida a nivel popular.
Ese día y el pasado 6 de enero se intensificaron los disturbios, con saqueos y ataques a instituciones estatales, que provocaron alrededor de 20 muertos y más de mil heridos.
El presidente kazajo, Kasym-Zhomart Tokáyev, ordenó el miércoles al Gobierno que introduzca una regulación estatal temporal de los precios del gas licuado, la gasolina y el gasóleo durante un periodo de 180 días naturales.
Este jueves, el Ejecutivo introdujo por seis meses un límite para para los precios del gas licuado y la gasolina, así como una moratoria al crecimiento de las tarifas de los servicios públicos.
A pesar de las medidas, las acciones insurgentes continuaron con el uso de armas de fuego y el recrudecimiento de los enfrentamientos contra los agentes del orden.
Ante esta situación, el jefe de Estado pidió ayuda al resto de los países miembros de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva (Armenia, Belarús, Kirguistán, Rusia y Tayikistán), cuyas fuerzas para el mantenimiento de la paz ya realizan tareas de protección de las instalaciones e inmuebles estratégicos del país.
Ayer, la jefatura del país aseguró que el orden constitucional se restableció en todas las regiones, aunque todavía en Almaty la situación es difícil.
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