Con sede habitual en el Museo de Arte Islámico, el certamen tuvo lugar en el escenario virtual debido a las restricciones por la pandemia mundial de la Covid-19.
El programa brindó oportunidades de formación, asistencia creativa y financiera para jóvenes realizadores de Marruecos, Yemen, Líbano e Iraq, quienes reflejaron las nuevas miradas del séptimo arte en el Medio Oriente.
Destacó la proyección online de más de 40 cortometrajes y largometrajes en sus distintas etapas mientras los cineastas ganadores de la pasada edición impartieron conferencias virtuales a más de 100 participantes.
Según refiere la web oficial del DFI, la reunión permitió descubrir historias universalmente resonantes y dio acceso a la subvención para el desarrollo de series documentales y de ficción en el ámbito televisivo.
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