A medida que esa variante se convierte en la predominante, aumentan los contagios y miles de personas se ven obligadas a aislarse.
También crece la presión sobre los profesionales de la salud y la educación, destacó este lunes la radio de Praga.
No obstante, las autoridades sanitarias destacan que es poco probable que Ómicron llene las salas de los hospitales, sobre todo, porque la mayoría de las personas ya están vacunadas.
Es por ello que el llamado es sobre todo a reducir las medidas de aislamiento y a centrarse en levantar la economía nacional, señalaron las autoridades.
Según las estadísticas de la Organización Mundial del Trabajo, publicadas por la prensa checa, sólo en 2020, las horas laborales no materializadas por la pandemia en el mundo representaron la pérdida de 258 millones de empleos.
Países como Reino Unido, Francia, Suiza, España y Bélgica se adelantaron a República Checa y redujeron los períodos de cuarentena en las últimas semanas.
Asimismo, aliviaron restricciones para que las personas infectadas regresen al trabajo.
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