Al término de las operaciones en el primero de esos mercados el WTI se situó a 78,23 dólares el barril, para una pérdida de 67 centavos, o un 0,85 por ciento.
A su vez en el de Londres el tonel de petróleo Brent descendió 88 centavos, es decir, un 1,08 por ciento, y despidió las operaciones cotizado en 80,87 dólares.
Analistas coincidieron en que las preocupaciones sobre la demanda agudizadas por el rápido aumento global de las infecciones de la variante ómicron del coronavirus
SARS-cov-2, fueron más fuertes que el temor acerca de los abastecimientos de oro negro, lo cual afectó la cotización de este combustible.
También atribuyeron los repliegues de los precios en ambos mercados de referencia a una disminución de las tensiones en Kazajistán, donde se evidenciaron señales de estabilización de la situación en ese país.
Asimismo asociaron el repliegue de los precios al incremento de la producción petrolera de Libia.
Medios de prensa informaron que el presidente de Kazajistán dijo este lunes que su país había vencido un intento de golpe con participación de extranjeros, tras unos disturbios que dejaron víctimas mortales.
En Libia, mientras tanto, finalizaron las labores de mantenimiento de un oleoducto, lo cual posibilitó que el bombeo de crudo en el país ascendiera a 200 mil barriles diarios con respecto a la semana anterior, lo que impacto negativamente en el curso de las cotizadcione.
Tanto el WTI como el Brent experimentaron en 2022 un alza de unos 30 dólares o más, según indicaron fuentes especializadas.
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