Tal decisión de las autoridades guineanas se adopta luego de que el pasado domingo la Comunidad de Estados de África Occidental (Cedeo), que integran 15 países, decretó en una cumbre extraordinaria una serie de medidas contra Bamako en aras de que en ese territorio retorne un gobierno civil.
Mediante un comunicado, la Junta de uniformados de Conacry aseguró al impuesto Ejecutivo de facto maliense que las fronteras aéreas, terrestres y marítimas de Guinea siguen abiertas “a todos los países hermanos”, difundió el portal digital Guinee Matin.
Vale decir que, de acuerdo con el propio Comité Nacional de Reconciliación y Desarrollo, como se conoce a la junta militar guineana, este país anteriormente fue suspendido provisionalmente de la Cedeao por violar preceptos constitucionales e imponer un gobierno regido por militares.
Figuran entre las disposiciones aprobadas por la Cedeao contra Bamako, además del cierre de fronteras entre Mali y los estados miembros de la organización, la imposición de un bloqueo de mercancías, que descarta afectar los suministros médicos y productos considerados esenciales.
Aparejado a esas disposiciones, los Jefes de Estado y Gobierno de la Cedeao dictaminaron además el retiro de los embajadores de esa comunidad asentados en Bamako.
Mali, país del Sahel con una población ascendente a unos 19 millones de habitantes, sufrió un golpe de estado por uniformados en agosto de 2020, cuando fue apartado del poder el presidente Ibrahim Abubakar Keita.
Con posterioridad, en mayo de 2021 el coronel Assimi Goita, con respaldo de militares, forzó la salida de un gobierno civil interino mediante otra asonada.
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