El reclamo tiene lugar después de que la víspera grupos de hondureños y salvadoreños lanzaran objetos a las fuerzas de seguridad con saldo de varios lesionados y finalmente ingresaran por varias fronteras.
No obstante, según estadísticas del Instituto Guatemalteco de Migración (IGM), 36 personas fueron retornadas y otras 50 estaban en proceso para un total de 86, con lo cual quedó disuelta la primera caravana de enero de este año.
Estuardo Rodríguez, director del IGM, reiteró en conferencia de prensa que cuentan con protocolo activo ante esa posible gran amenaza y trabajan sobre la prevención.
«Por favor, si todavía piensan en venir a Guatemala, no lo hagan. No vengan en esas condiciones. Si quieren venir, háganlo con el control migratorio en orden», insistió.
Representantes de la Policía Nacional Civil (PNC) detallaron que ayer por la noche, en el área fronteriza El Corinto, Izabal, detuvieron el paso mediante el uso de la fuerza de grupos de migrantes que ingresaron ilegalmente desde Honduras.
De acuerdo con el director general adjunto de la PNC, Edwin López, resultaron heridos siete policías y ocho elementos del Ejército.
Desde el pasado lunes, Guatemala desplegó un plan operativo con 15 puestos de control con aproximadamente mil efectivos y 100 autopatrullas ante evidencias de la llegada aquí de una caravana de hondureños, en su mayoría.
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