Boaz Levy, presidente y director ejecutivo de Israel Aerospace Industries, que fabrica el Arrow 3, precisó que los avances se produjeron principalmente en el área de los algoritmos, que permite detectar las amenazas entrantes y calcular las trayectorias de lanzamiento de los interceptores.
Una vez detectado el objetivo por los radares y completados los planes de intercepción, dos misiles fueron disparados con rutas diferentes y realizaron su misión con éxito, destacó el Ministerio de Defensa en un comunicado.
El cohete fue desarrollado en conjunto por Israel y Estados Unidos, que ahora trabajan en el Arrow 4.
La prensa nacional resaltó que ese ejercicio siguió a una serie de pruebas de misiles balísticos realizadas por Irán en las últimas semanas.
En alusión a ese país, el ministro de Defensa, Benny Gantz, afirmó que el éxito del Arrow 3 permite a “Israel la libertad de operación ofensiva contra sus enemigos, desde el entendimiento de que la mejor defensa permite el ataque más efectivo”.
Recientemente, la radioemisora Kan reveló que la Fuerza Aérea de Israel (IAF) ejecutará un ejercicio a gran escala en la primavera que simulará un ataque contra las instalaciones nucleares iraníes.
En 2021 el Gobierno encabezado por el ultranacionalista Naftali Bennett aprobó un presupuesto nacional que prevé fondos adicionales para financiar el ataque.
Hace tres semanas, el próximo comandante de la IAF, Tomer Bar, quien asumirá en abril, dio por hecho el bombardeo, aunque sin precisar fechas.
“Tengo que asumir que (la incursión) sucederá en mi tiempo, y mis hombros ya entienden el peso de la responsabilidad”, señaló el actual jefe de Diseño de la IAF en una entrevista con el diario Yediot Aharonot.
Las autoridades de Irán aseguraron en reiteradas ocasiones que su programa tiene fines pacíficos con el objetivo de generar energía eléctrica, y advirtieron que responderán si son atacados.
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