Esperamos por la decisión del Consejo Constitucional, y en el proceso, contamos con que pueda aplicarse de aquí al fin de semana, señaló el funcionario a la cadena CNews.
Attal expresó el sentir del ejecutivo, que apostó sin éxito por poner en vigor el pase de vacunación el 15 de enero, pero los debates parlamentarios frustraron ese objetivo, ante las diferencias en los textos adoptados en la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo y sus aliados, y en el Senado, controlado por la oposición conservadora.
Sin embargo, la Asamblea Nacional, que en Francia tiene la última palabra, aprobó el domingo el proyecto de ley, que convierte el actual pase sanitario en pase de vacunación, el cual condicionará algunos viajes y el acceso a restaurantes, cines, teatros, eventos deportivos y otros lugares a la existencia de un esquema completo de inmunización frente a la Covid-19.
Diputados y senadores de la izquierda presentaron un recurso ante el Consejo Constitucional, con argumentos como la violación de las libertades fundamentales, en lo que representa el último trámite para impedir su aplicación.
El pase es considerado una poderosa herramienta del gobierno para presionar a los cinco millones de franceses renuentes a inmunizarse, en medio de una ola de contagios propiciada por la propagación de la variante Ómicron del coronavirus SARS-CoV-2, con una media de 300 mil casos diarios.
La víspera, el diputado Christophe Castaner, presidente del partido gobernante La República en Marcha en la Asamblea, también mostró la esperanza de emplear cuanto antes el documento, el cual será exigido a los mayores de 16 años.
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