En la sede de la Eurocámara de esta oriental ciudad francesa, el mandatario lanzó la presidencia rotatoria de su país del Consejo de la UE con prioridades en agenda como la modernización de la Carta, documento proclamado en diciembre del 2000, aunque su carácter vinculante comenzó en 2009, tras integrarse al Tratado de Lisboa.
De acuerdo con Macron, la cuestión del cambio climático representa el principal desafío del siglo, sobre la cual mencionó entra las iniciativas una ley contra la deforestación importada y un mecanismo de ajuste en frontera del carbono.
El jefe de Estado reiteró su voluntad de impulsar un mercado digital único en la UE, meta que consideró el segundo reto del siglo, en aras de competir con las empresas dominantes en ese ámbito y de combatir los discursos de odio en Internet.
Asimismo, subrayó el propósito de fortalecer la seguridad del bloque de 27 Estados miembros, en alianza con la OTAN y frente a problemas como la emigración ilegal.
Europa lidia con la amenaza del retorno de la tragedia y la guerra, precisó en su discurso de 20 minutos, presentado por la recién electa presidenta del Parlamento Europeo, la maltesa Roberta Metsola, sustituta del fallecido la semana pasada David Sassoli, a quien Macron rindió homenaje.
El mandatario francés consideró además importante la defensa de los intereses europeos en relación con el Brexit, por ejemplo en los asuntos pesquero y de Irlanda del Norte, con un llamado a “ser firmes y claros” como condición para seguir siendo amigos del Reino Unido.
De igual manera, estimó oportuno el acercamiento a los países balcánicos, “para ofrecerles perspectivas sinceras de adhesión a la UE”.
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