Según el informe de la Dirección General de Justicia e Interior, enviado a la Comisión Europea, un total de siete agentes se quitaron la vida este año, los dos últimos casos ocurridos el pasado martes en Lille y Estrasburgo.
Los datos oficiales mostraron que el número de suicidios cometidos en 2021 fue de 35, la mitad de los cuales se llevaron a cabo con el arma reglamentaria, y en la gran mayoría de los casos fueron hombres.
Para el vicesecretario general del sindicato UNSA-Policía, Thierry Clair, la prioridad es identificar a los agentes que se encuentran en apuros en las comisarías, “todo el mundo debe estar atento para detectar a los compañeros que están sufriendo, para ofrecerles los medios para que vuelvan a la normalidad, para ayudarles”, explicó.
“Debe haber una implicación general de todos los compañeros, sea cual sea el cuerpo, sea cual sea el rango”, añadió, pues “a las situaciones traumáticas y de gran carga emocional” se pueden sumar las complicaciones familiares, “hay que tener medios para escuchar y, sobre todo, para reaccionar”, dijo. Desde hace algo más de dos años existen dos líneas telefónicas de ayuda psicológica, pero esto aún no es suficiente para responder al malestar policial, según señalaron varios sindicatos.
mem/acm