La emergencia sanitaria actual, el sistema financiero, la acción climática, la falta de leyes sobre el ciberespacio y los conflictos violentos son los problemas más críticos de la humanidad en este momento, apuntó el titular ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
Al presentar sus prioridades para este año frente al mayor organismo de la ONU, dijo que todos esos problemas evidencian el fracaso de la gobernanza global.
Por ello, pidió a la comunidad internacional que entre en “modo de emergencia” para abordar esas cinco grandes crisis, que requieren la movilización de todos los países.
Nuestra respuesta hoy determinará el futuro de las personas y del planeta en las próximas décadas, subrayó el diplomático portugués.
La Covid-19 sigue trastornando vidas, planes y esperanzas, mientras las inequidades crecen y persiste una desigualdad de acceso a las vacunas contra esa enfermedad, lamentó Guterres.
En segundo lugar, se refirió a la necesidad imperiosa de reformar un sistema financiero global “moralmente corrupto, que favorece a los ricos y castiga a los pobres”.
La tercera gran crisis que mencionó fue la climática: la batalla por mantener viva la meta de limitar el calentamiento del planeta en 1,5 grados Celsius para fin de siglo se ganará o perderá en esta década, cuando ya la Tierra ha alcanzado temperaturas 1,2 grados por encima de los niveles preindustriales, dijo.
Asimismo, el secretario general señaló que ya se sienten los golpes devastadores debido al cambio climático, que en 2020 obligaron a 30 millones de personas a huir de sus hogares, una cantidad tres veces mayor que las guerras y la violencia.
La cuarta prioridad del mundo, indicó, tiene que ver con un campo en el cual prácticamente no existe gobernanza mundial: la tecnología, pues un mal empleo de esta podría tener consecuencias desastrosas.
En tanto, lograr la paz en el mundo es la otra gran emergencia en un momento en el que la humanidad encara el número más alto de conflictos violentos desde la formación de la ONU en 1945, cuando terminó la Segunda Guerra Mundial, aseveró el titular.
Los golpes militares volvieron y la impunidad empieza a reinar, la existencias de armas nucleares registra el nivel más alto en décadas, los derechos humanos y el estado de derecho se encuentran bajo ataque, recalcó.
Además, continuó, la supremacía blanca y otras formas de racismo y extremismo están envenenando la cohesión social y las instituciones en todas partes.
Según destacó, para evitar el caos a nivel global, es imperioso gestionar las divisiones geopolíticas y maximizar las áreas de cooperación.
mem/ifb
