La embajada estadounidense en Kiev indicó en su cuenta de Twitter que el primer envío dentro del programa de apoyo adoptado recientemente por el presidente Joe Biden para Ucrania llegó al país en la noche con 90 toneladas de armas letales y municiones.
Aseguró además que el año pasado Washington proporcionó a Kiev ayuda militar por valor de más de 650 millones de dólares y en total, desde 2014, fueron dos mil 700 millones de dólares para este fin.
El texto de la representación diplomática destacó la disposición estadounidense “a proporcionar mucho más a Ucrania”, lo cual fue confirmado este jueves por el canciller de ese país, Dmitri Kuleva, quien destacó el aumento de la colaboración militar de Washington a su país.
Los hechos tienen lugar cuando Moscú discute garantías de seguridad con las contrapartes de Estados Unidos y la OTAN por los peligros de un escalamiento de las tensiones en Europa y los peligros de una confrontación bélica.
Rusia ha señalado que la militarización de Ucrania constituye una “líneas rojas” que no debe ser cruzada, es decir, una amenaza de primer nivel para su territorio, y exigió a Washington el cese de las entregas de armamentos a Kiev.
La portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, instó esta semana a Occidente que cese de contribuir con la militarización de Ucrania y de arrastrar a ese país a la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
La funcionaria rusa convocó a esos países para que detengan “la agresiva campaña de información antirrusa” que contribuye con tales propósitos y pidió que, en su lugar, dirijan sus esfuerzos a que Kiev cumpla con los acuerdos de Minsk.
Denunció también que Reino Unido lleva varios días enviando armas a Ucrania a bordo de aviones de transporte militar de su Fuerza Aérea. “Se han organizado al menos seis vuelos, cada avión puede llevar a bordo hasta 77,5 toneladas de carga, es decir un total de 460 toneladas de armas”, alertó.
Según la representante oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, las justificaciones de Occidente sobre los supuestos preparativos de Moscú para invadir Ucrania son un intento de encubrir la preparación de sus propias provocaciones.
“Estamos convencidos de que el objetivo de esta campaña es crear una cobertura informativa para preparar sus propias provocaciones a gran escala, incluidas las militares, que podrían tener las más trágicas consecuencias para la seguridad regional y mundial”, subrayó.
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